El control de la miopía es el tema del momento. A pesar del gran numero de publicaciones hay pocos análisis profundos sobre la verdadera eficacia de los numerosos tratamientos.

En este año, se publicó una revisión exhaustiva de los estudios sobre el control de la miopía que apunta a que la eficacia de los tratamientos no es tan buena como se pensaba inicialmente; ofreciendo un decálogo de conclusiones que todos los profesionales de la visión deberíamos conocer:

1. El entusiasmo sobre el control de la miopía se basa en la suposición no probada de que tratar la miopía infantil reducirá la prevalencia de patologías miópicas en la edad adulta. Demostrar esto requerirá décadas de investigación.
2. Los datos de eficacia disponibles se limitan a dos o tres años, pero el efecto del tratamiento a largo plazo es incierto. Basándonos en a evidencia, no se debería extrapolar la eficacia de los tratamientos más allá de lo que ha sido demostrado empíricamente.
3. No hay evidencias suficientes que indiquen que las personas con progresión más rápida i los miopes más jóvenes obtienen más beneficios del tratamiento.
4. El efecto de reducción inicial en la longitud axial en los tratamientos de miopía no se mantiene en el tiempo, por ello, utilizar porcentajes de reducción como índice para describir el efecto del tratamiento puede ser engañoso.
5. La eficacia de un tratamiento debería basarse en la reducción absoluta acumulada en la elongación axial. Con los tratamientos de control de miopía actuales, la máxima reducción medida ha sido de 0.44 mm (que equivale a 1D).
6. No parece haber un tratamiento superior a los demás. Sin embargo, terapias como la atropina al 0.01% y las lentes progresivas en gafa no han demostrado efectos clínicamente significativos de forma consistente.
7. Aunque diferentes tratamientos han demostrado distintos grados de eficacia en el primer año, las diferencias posteriores entre tratamientos son pequeños.
8. Deberíamos asumir que existe un efecto de rebote mientras no se demuestre lo contrario.
9. El tratamiento a niños con miopía de progresión rápida puede crear una ilusión de eficacia inflada debido al sesgo de la muestra y al fenómeno de regresión a la media (después de un rápido aumento de la miopía, la graduación puede mantenerse más estable en los años siguientes sin tratamiento alguno)
10. La decisión de iniciar el tratamiento debería basarse en la edad de inicio (o graduación a una edad determinada), y no en la tasa de progresión anterior.

A cuidar el lógico entusiasmo con los tratamientos de miopía, pero es fundamental que nos basemos en las evidencias para informar de manera precisa y honesta a los padres, evitando crear falsas expectativas, sobre todo cuando estos tratamientos pueden suponer un coste económico importante.

https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S1350946220300951